lunes, 24 de marzo de 2008

El planeta... el más resiliente


Por Jean De Fountaine

La intención de este artículo es promover que la gente reflexione acerca de los problemas que trae la contaminación ambiental. ¿Nos beneficia en algo atrofiar el mundo donde vivimos? A causa de la ambición del hombre estamos consumiendo nuestro planeta, es decir el lugar donde uno desarrolla su vida satisfaciendo no sólo sus necesidades materiales sino también afectivas.

Este aprovechamiento inevitable es desplazado por el placer que cualquiera siente por tener más dinero en sus bolsillos sin importar las deforestaciones de los bosques, los animales en peligro de extinción, la escasez de agua en el planeta, etc. Estos desastres no los causa la naturaleza, sino que en realidad es el hombre quien los provoca. En Argentina hay muchas leyes que se relacionan con la protección del ambiente, nuestro país cuenta con una importante legislación acerca de la fauna, la flora y los recursos naturales; existen también por ejemplo áreas protegidas (parques, reservas nacionales y monumentos naturales), también hay leyes referidas a los alimentos, el ambiente laboral, los recursos atmosféricos, forestales e hídricos, los residuos, etc.

Sin embargo, hay millones de personas en el orbe que se dedican diariamente a la destrucción de estas leyes, estas no se respetan ni se hacen respetar, aún cuando la ONU lucha para que se lleve a cabo el acatamiento de las normas de cuidado del medio ambiente.

Al menos contamos con un marco legal que contribuyen a la protección y conservación de nuestro planeta, pero ante la devastadora situación que cotidianamente vivimos no podemos hacer “oídos sordos” a las manifestaciones que nuestra tierra nos da: inundaciones, terremotos, maremotos, etc; y al hecho de que en realidad el derecho que tiene el hombre a vivir un ambiente sano no es respetado.

Ralph Loch dijo:“Podríamos ser conocidos como la generación que colocó a un hombre en la Luna, mientras nos encontrábamos de pie hundidos con la basura hasta los tobillos.”(*)


El gas maloliente y lleno de hollín del combustible derivado de petróleo es más que desagradable, es una mezcla de más de 40 contaminantes tóxicos y ha sido ligado al cáncer, asma y más de 21,000 muertes prematuras cada año. Muchos americanos viven y trabajan cerca de sitios llenos de humo diesel como cocheras de camiones, terminales de autobuses, puertos, sitios de construcción y calles y carreteras congestionadas. Algunos estudios han mostrado que niños que viajan en autobuses diesel a la escuela pueden exponerse a niveles más altos de hollín perjudicial para la salud que la gente que viaja en carros cercanos.

Ante este panorama nace la pregunta acerca de si es posible encontrarnos con la naturaleza desde otros lugares que no sean la destrucción de ella. Así surge el ejemplo de las comunidades aborígenes, quienes viven de manera alternativa a este modo de existir que nos destruye, quienes a lo largo de la historia lograron y hoy en día se esfuerzan por convivir armoniosamente con la naturaleza, ya que los mismos no tienen en sus principios arruinar el ambiente por beneficios económicos; y este es un ejemplo a seguir para transitar la vida sin dañar nuestro planeta.

Aquellos que luchan para evitar la contaminación, deberían alentarse con la frase del Che Guevara: “Podrán cortar todas las flores pero jamás marchitarán la primavera” que les remarca que por más calamidades que pasen, no se rindan ni dejen de pelear por sus derechos.

(*) http://www.santacruz.gov.ar/recursos/educacion/contamin.htm

El mundo del revés


Por Mica

Las personas no tomamos conciencia de que somos nosotros quienes ponemos en peligro nuestro bienestar al contaminar el ambiente con residuos o desechos que arrojamos donde no debemos.

Es por esta razón y otras también importantes que decidí abordar este tema, ya que me pareció que demasiada gente no tiene en cuenta las alertas dadas acerca de la gran contaminación producida en la atmósfera, además creo que aunque quisiéramos revertir la situación no lograríamos recuperar demasiado, ya que los daños ya se han producido y en estos momentos no hay vuelta atrás...

¿Quién sabe qué ocurrirá en el futuro? ¿Qué vida les tocará vivir a las nuevas generaciones?

En el mundo, hoy en día existen serias problemáticas con respecto a nuestro ambiente, y las consecuencias de estos problemas son muy graves. En gran parte, la culpa de eso es nuestra, no cabe duda alguna, porque nosotros somos quienes contaminamos el espacio en el que desarrollamos la vida, y debido a ese mal cuidado hemos ocasionado desastres, en otra palabras estamos acabando con el mundo.

Este tema es muy hablado actualmente entre estudiosos de diferentes países pero esto no significa que el resto de la gente esté atento a las indicaciones que los especialistas sugieren para mejorar la situación. ¡Y qué situación! El clima ha cambiado demasiado (olas polares, olas de calor, lluvias, sequías) y ha producido en varias regiones del planeta la muerte de miles de habitantes, cientos de animales, plantas y otros organismos; y debemos entender que estamos afectados todos por igual pero como siempre, no queremos darnos cuenta... ¿Por qué? Esa respuesta es muy simple, no nos interesa en lo más mínimo, pero claro en tanto no nos perjudique ya que todos creen que los más grandes desastres no alcanzaremos a verlos y/o vivirlos, pero ¿Qué es lo que les va a tocar vivir a nuestros hijos quienes estarán en un futuro en una tierra devastada? Nosotros los adolescentes y nuestros futuros hijos viviremos en este mismo hogar pero casi destruido, en diferentes años.


¿Es posible entonces seguir en estas condiciones? Yo creo que no, ya que en la atmósfera además de encontrarse los componentes que la integran, también existe el aire que respiramos, que es un elemento sin el cual la vida en la tierra no sería posible. Aunque no se lo pueda ver o tocar, en este se encuentran una serie de gases que son fundamentales para el crecimiento humano en el planeta, los cuales protegen a la Tierra, sin embargo debido a los diferentes fenómenos meteorológicos o sustancias peligrosas producidas por el hombre -como aerosoles y gases contaminantes- la atmósfera está en peligro, haciendo que disminuya la capa de ozono y los rayos ultravioletas lleguen con mayor intensidad a nosotros. Lo que provoca una mayor exposición al sol mucho más peligrosa.

Por otro lado existen cambios bruscos de temperatura alterando el crecimiento de vegetales o la vida misma de otros seres; y de este modo la superficie sea cada vez menos apta para habitarla. Entonces, no es cierto que solamente la contaminación se produzca a causa de los cambios naturales del ambiente sino que ocurre por nuestro abuso.

Si todos queremos vivir en un lugar mejor y digno para la vida de cada uno de nosotros y de muchas generaciones deberíamos actuar, con quedarnos sentados y cruzarnos de brazos no lograremos nada, deberíamos proponernos soluciones. No importa si somos uno, dos, quince o cien personas, por algo se empieza, y esos “algos” podemos ser quienes demos un giro a la situación. Uniéndonos y limpiando basura que otros desechan. Aunque no logremos realizar demasiado, ya que como adelanté al principio, los daños ya se han hecho.

Aún queda mucho por hacer...



Aunque no sé aún el destino que tendrá este blog, en parte depende del entusiasmo que genere el proyecto en los chicos que cursan este año 1er. año 1ra. división y del permiso que nos otorguen los fundadores, quienes cursaron Lengua en el 2007, queda mucho por hacer...

Y no es posible bajar los brazos, aunque cueste, en tanto queden guardadas palabras que se pensaron para comunicarse a otros, que se escribieron para ver la luz.

Irán apareciendo, entonces, en este espacio los textos escritos el año pasado por muchos chicos que aprendieron, crecieron y confiaron.

Gabriela